Las bacterias pueden anticipar eventos futuros y prepararse para ellos, señala una investigación realizada por el Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel.
Los científicos han demostrado que la bacteria Escherichia coli, generalmente presente en los intestinos de los animales, se encuentra en sus recorridos por éstos con diversos entornos a los que se adapta con anticipación. Por ejemplo, esta bacteria suele hallar un tipo de azúcar –lactosa- que invariablemente va seguido de la aparición de un segundo azúcar, la maltosa.
Lo que los investigadores han constatado es que, genéticamente, las bacterias están preparadas para estos cambios constantes. Así, cuando se encuentran con la lactosa, se activa la respuesta genética necesaria para digerirla, pero también se activa parcialmente la red de genes necesaria para la digestión de la maltosa, que acto seguido aparecerá.
[Fuente: tendencias21.net]Los científicos han demostrado que la bacteria Escherichia coli, generalmente presente en los intestinos de los animales, se encuentra en sus recorridos por éstos con diversos entornos a los que se adapta con anticipación. Por ejemplo, esta bacteria suele hallar un tipo de azúcar –lactosa- que invariablemente va seguido de la aparición de un segundo azúcar, la maltosa.
Lo que los investigadores han constatado es que, genéticamente, las bacterias están preparadas para estos cambios constantes. Así, cuando se encuentran con la lactosa, se activa la respuesta genética necesaria para digerirla, pero también se activa parcialmente la red de genes necesaria para la digestión de la maltosa, que acto seguido aparecerá.
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