Un grupo de investigadores de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha desarrollado un nuevo material con unas características superiores a las del plástico y el cartón. Se trata de una sustancia elaborada a partir de los desechos de papel que aprovecha el cien por cien de la celulosa inservible.
El proceso se basa en un método ideado por el propio grupo, que ya lo ha patentado dado su carácter único. Consiste en aplicar un tratamiento biotecnológico a los restos de papel que aprovecha el material que no puede usarse en la elaboración de papel o cartón reciclado, de modo que los desechos se reutilizan en su totalidad. «Podemos transformar el polímero sintético o natural en un nuevo material, en celulosa», dice el investigador Gustavo García en referencia a las macromoléculas que componen los tejidos a tratar.
La transformación culmina con la obtención de un nuevo material que tiene aspecto de conglomerado, similar a un cartón grueso, pero con unas propiedades mayores: «Tiene mucha más resistencia que el cartón, es más próximo a la madera y dura más», destaca la jefa de la investigación, Margarita Calafell, que destaca que la clave se encuentra en la tecnología empleada.
La facilidad para moldear el material se suma a su carácter ignífugo, su impermeabilidad y su resistencia. Ello hace pensar que podría sustituir a materiales comunes como los utilizados en grandes embalajes o en soportes como palés. En el sector de la construcción, podría reemplazar a las placas de yeso o el porexpán, por lo que varias firmas ya se han interesado por él. «Nos hace falta que una empresa externa a la universidad decida producirlo para rebajar su coste», explica Calafell.
[Fuente: www.elperiodico.com]
El proceso se basa en un método ideado por el propio grupo, que ya lo ha patentado dado su carácter único. Consiste en aplicar un tratamiento biotecnológico a los restos de papel que aprovecha el material que no puede usarse en la elaboración de papel o cartón reciclado, de modo que los desechos se reutilizan en su totalidad. «Podemos transformar el polímero sintético o natural en un nuevo material, en celulosa», dice el investigador Gustavo García en referencia a las macromoléculas que componen los tejidos a tratar.
La transformación culmina con la obtención de un nuevo material que tiene aspecto de conglomerado, similar a un cartón grueso, pero con unas propiedades mayores: «Tiene mucha más resistencia que el cartón, es más próximo a la madera y dura más», destaca la jefa de la investigación, Margarita Calafell, que destaca que la clave se encuentra en la tecnología empleada.
La facilidad para moldear el material se suma a su carácter ignífugo, su impermeabilidad y su resistencia. Ello hace pensar que podría sustituir a materiales comunes como los utilizados en grandes embalajes o en soportes como palés. En el sector de la construcción, podría reemplazar a las placas de yeso o el porexpán, por lo que varias firmas ya se han interesado por él. «Nos hace falta que una empresa externa a la universidad decida producirlo para rebajar su coste», explica Calafell.
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