Vladdo Flórez: "En Colombia se recurre al humor negro"

·Periodista. Azota al presidente colombiano, Álvaro Uribe, con caricaturas y textos ácidos. La violencia en el país no ha logrado matar la capacidad de reír y de pensar. Él da fe.
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--Una sociedad con sentido del humor es una sociedad...
--Inteligente.
--A decir de la duración de sus viñetas, los colombianos prefieren reír que llorar.
--Los colombianos preferimos reír creyendo que estamos bien. A diferencia de otros que prefieren llorar cuando están como nosotros.
--Detrás ¿qué se esconde?
--Sufrimos de escapismo. Es como el caso de un tipo que tiene una novia y quiere complacerla. Él llega con un carro último modelo, nuevecito, brillante, lujoso y le entrega las llaves. Lo que ella no sabe es que el carro comprado fue robado, se pagó con un cheque sin fondos y tenía un cadáver en el maletero.
--¿Un país de apariencias?
--Lo que vemos a corto plazo es el carro último modelo, pero una vez te subes y empiezas a andar vas a decir que llega un olor extraño de atrás, que es donde está el cadáver del dueño original del carro. La factura nos va a llegar luego y muy elevada.
--¿La prensa detecta el olor?
--La prensa, la Corte Suprema y algunas instituciones que investigan. Pero otras instituciones del Estado ayudaron a poner el cadáver en el carro.
--En su blog se define como antiuribista pura sangre. ¿Qué es eso?
--Tiene una connotación doble. Al presidente Uribe le gustan mucho los caballos, y los más finos son pura sangre. Y, en Colombia, hay uribistas que se autodefinen como uribistas pura sangre, que están con Uribe desde que era un desconocido con un 2% en los sondeos. Desde el 2%, yo era antiuribista. Por eso, me defino como antiuribista pura sangre.
--¿Qué le duele más a Uribe su crítica escrita o dibujada?
--Los políticos tienen un cuero que, al final, no les duele nada.
--¿No llama por la tira del palacio presidencial?
--Sí, una vez me llamó el jefe de prensa de la casa presidencial, César Mauricio Velázquez. Al dibujo del palacio le pongo elementos que significan cosas en la política colombiana. Y puse a monseñor Escribá de Balaguer, porque el Gobierno es muy religioso, el presidente es muy religioso, el comandante de la Armada es del Opus Dei, el jefe de prensa es del Opus. Me parecía que la mejor manera de representar la derechización, que empezaba con la cosa religiosa, era con la figura del Opus Dei.
--¿Pero sigue saliendo?
--Por supuesto.
--¿Caricaturiza a la guerrilla y al narcotráfico?
--Llevo 23 años haciendo caricaturas contra la mafia, los narcos, la guerrilla, los paramilitares, los militares. A veces se confunde porque todo es la misma cosa: hay militares que son narcos, que se alían con los paramilitares; hay guerrilleros que se infiltran en el Ejército; hay narcos infiltrados en el Ejército...
--¿Tiene miedo?
--Cuando hago eso no me pongo a pensar mucho en las consecuencias. Nunca he tenido una amenaza que yo considere seria.
--Cuando se vaya, ¿pensará que contra Uribe se vivía mejor?
--Los presidentes siempre producen mucha noticia. No me gustan, pero es mi materia prima. Como los oncólogos que trabajan con una enfermedad horrible, pero la conocen y viven todo el día pensando en eso.
--¿Lo peor de esa enfermedad?
--La pérdida de la institucionalidad, de valores. Uribe ha copado todas las instituciones, salvo la de la justicia. Pasan muchas cosas graves, pero nunca pasa nada serio.
--Y cosas positivas como la liberación de Betancourt hace un año.
--Por supuesto que fue positivo. Estoy contra el secuestro. El tema de Ingrid fue muy mediático y está lleno de sombras que no conocemos.
--¿El fin de la guerrilla está cerca?
--No. Por un lado, los éxitos son menos brillantes de lo que nos muestran. Por otro lado, hay unos costos institucionales grandísimos, como las ejecuciones extrajudiciales.
--En un país con tanta violencia, ¿el humor es el mismo que en otros?
--Nos reímos de lo mismo, pero también acudimos muchas veces al humor negro, porque es la realidad. Es un humor como tétrico.
--Hágame un dibujo actual.
--Hay dos temas. Uno es la continuidad o no de Uribe en el Gobierno. Y otro es cómo sería el país sin Uribe. Y no sé qué es más preocupante.
--¿Una viñeta cómo, pues?
--Como cerrando los ojos y tirándose a una piscina sin agua.
--Su viñeta reina es Aleida, el azote de los hombres.
--Los caricaturistas queremos tener un personaje que nos identifique de alguna manera. Quería dibujar una mujer y salir de los temas políticos.
--Así, su sueño es.
--Un premio Pulitzer.

[Fuente: elperiodico.com]