--¿Estamos en manos de los virus?
--Virus y personas nos vamos modulando mutuamente la vida de forma constante. Ellos nos marcan pautas evolutivas y nosotros se las marcamos a ellos. De hecho, los virus estaban en la Tierra mucho antes de que apareciéramos los humanos y, muy probablemente, seguirán aquí cuando nosotros ya no existamos, porque son unos entes con una capacidad de adaptación tremenda. La historia de la humanidad ha avanzado a golpe de grandes epidemias infecciosas, víricas o bacterianas.
--¿Regulan la evolución humana?
--Han ido regulando la población del mundo, aunque no tienen esa función, como tampoco la tienen las guerras. Un ejemplo clarísimo de esto fue la caída del Imperio Romano. Estaba debilitado, pero en su hundimiento influyó de forma decisiva una epidemia de peste fortísima.
--¿Y ahora?
--Ahora estamos condicionados por el virus del sida y el de la gripe, entre otros. Nos marcan el comportamiento social y las relaciones personales. A diferencia de las bacterias, que las hay beneficiosas, los virus conocidos no aportan nada bueno.
--¿Hace un siglo eran distintos?
--No. Los virus siguen siendo los mismos. Somos nosotros los que los obligamos a cambiar de agresividad, a medida que entramos en sus áreas. O se transforman a través del movimiento de las poblaciones, que empezó con el comercio de esclavos y sigue imparable: virus que eran locales pasan a ser planetarios.
--¿Eso significa que cada vez habrá infecciones más complicadas?
--Es posible. El virus del sida es extraordinariamente complejo.
--¿Que es un virus?
--Un ente. En realidad, ni siquiera es un ser vivo. Es una estructura subcelular. Un ácido nucleico portador de una información que tiene como objetivo obligatorio entrar en una célula humana, instalarse allí y utilizar toda la maquinaria celular para nutrirse y multiplicarse. Eso, por supuesto, altera la vida de las células.
--¿Nos invaden y se quedan allí?
--No todos. Unos se eliminan una vez han causado una respuesta infecciosa, como el de la gripe. Otros, hacen lo mismo, pero se integran en nuestro genoma y permanecen allí, latentes, sin apenas dar síntomas. Unos terceros, se integran en el genoma y, además, no dejan de multiplicarse: el del sida. El VIH se aloja en la célula inmunitaria y va destruyendo las defensas de esa persona.
--¿Es habitual vivir con virus?
--Todos, usted y yo, llevamos dentro un montón de virus que adquirimos de niños. Hemos integrado en nuestro genoma el virus de la varicela --que si se reactiva da un herpes zóster--, el Epstein Barr --que se transmite por la saliva--, y otros. Esos virus se reactivan en situaciones de bajón inmunológico. Un 70% de la población española tiene un virus del herpes simple latente, pero solo algunos lo sufren. Son esas personas que, a veces, notan una pupa en el labio.
--¿Y no los eliminaría un antivirus?
--Un antivirus puede neutralizar a un virus pero, como vive gracias a los mecanismos de tus células, en realidad, lo que eliminas son las funciones de tu propio sistema celular. Los antivirus coartan la replicación del virus a cambio de una toxicidad enorme. Para que fueran algo efectivos, se tendrían que tomar en las primeras 48 horas tras el contagio.
--¿Cómo se transmiten los virus?
--Con la respiración --el de la gripe--, por vía sexual o sanguínea, o a través de un artrópodo que le hace de vector: mosquitos e insectos que son invadidos por virus y los transportan allá adónde van. Estos son un gran foco dispersor porque, con el cambio climático, los mosquitos van variando de continente. En España tenemos varios mosquitos vectores que pueden transmitir enfermedades si entran en contacto con una persona que los contagie a ellos. Es el caso del mosquito tigre.
--¿Es posible erradicarlos?
--Eso solo se ha conseguido con el de la viruela, porque variaba poco. La OMS pretendía haber erradicado el de la polio en el 2000. Sigue ahí.
--El de la gripe evoluciona a peor?
--El virus de la gripe ha demostrado desde hace un siglo que siempre cumple el mismo ciclo y con el mismo efecto: cada 30 o 40 años, aparece un nuevo virus que desplaza al anterior, causa una pandemia que dura dos o tres años y se estabiliza. Pasados otros 30 años, vuelve a empezar. Es más o menos igual de agresivo, pero repite su historia.
--¿Y porque se le teme tanto ahora?
--Porque hay incertidumbre. No sabemos cómo evolucionará.
--¿Podría seguir hasta el verano?
--En verano siempre hay gripe, pero poca. Ya se sabe que los virus no entienden ni respetan el cambio de estaciones, aunque con el frío viven mejor. La temperatura óptima de un virus de la gripe son los 33 grados, que es la que tenemos en el interior de nuestras narices en invierno.
[Fuente: elperiodico.com]
--Virus y personas nos vamos modulando mutuamente la vida de forma constante. Ellos nos marcan pautas evolutivas y nosotros se las marcamos a ellos. De hecho, los virus estaban en la Tierra mucho antes de que apareciéramos los humanos y, muy probablemente, seguirán aquí cuando nosotros ya no existamos, porque son unos entes con una capacidad de adaptación tremenda. La historia de la humanidad ha avanzado a golpe de grandes epidemias infecciosas, víricas o bacterianas.
--¿Regulan la evolución humana?
--Han ido regulando la población del mundo, aunque no tienen esa función, como tampoco la tienen las guerras. Un ejemplo clarísimo de esto fue la caída del Imperio Romano. Estaba debilitado, pero en su hundimiento influyó de forma decisiva una epidemia de peste fortísima.
--¿Y ahora?
--Ahora estamos condicionados por el virus del sida y el de la gripe, entre otros. Nos marcan el comportamiento social y las relaciones personales. A diferencia de las bacterias, que las hay beneficiosas, los virus conocidos no aportan nada bueno.
--¿Hace un siglo eran distintos?
--No. Los virus siguen siendo los mismos. Somos nosotros los que los obligamos a cambiar de agresividad, a medida que entramos en sus áreas. O se transforman a través del movimiento de las poblaciones, que empezó con el comercio de esclavos y sigue imparable: virus que eran locales pasan a ser planetarios.
--¿Eso significa que cada vez habrá infecciones más complicadas?
--Es posible. El virus del sida es extraordinariamente complejo.
--¿Que es un virus?
--Un ente. En realidad, ni siquiera es un ser vivo. Es una estructura subcelular. Un ácido nucleico portador de una información que tiene como objetivo obligatorio entrar en una célula humana, instalarse allí y utilizar toda la maquinaria celular para nutrirse y multiplicarse. Eso, por supuesto, altera la vida de las células.
--¿Nos invaden y se quedan allí?
--No todos. Unos se eliminan una vez han causado una respuesta infecciosa, como el de la gripe. Otros, hacen lo mismo, pero se integran en nuestro genoma y permanecen allí, latentes, sin apenas dar síntomas. Unos terceros, se integran en el genoma y, además, no dejan de multiplicarse: el del sida. El VIH se aloja en la célula inmunitaria y va destruyendo las defensas de esa persona.
--¿Es habitual vivir con virus?
--Todos, usted y yo, llevamos dentro un montón de virus que adquirimos de niños. Hemos integrado en nuestro genoma el virus de la varicela --que si se reactiva da un herpes zóster--, el Epstein Barr --que se transmite por la saliva--, y otros. Esos virus se reactivan en situaciones de bajón inmunológico. Un 70% de la población española tiene un virus del herpes simple latente, pero solo algunos lo sufren. Son esas personas que, a veces, notan una pupa en el labio.
--¿Y no los eliminaría un antivirus?
--Un antivirus puede neutralizar a un virus pero, como vive gracias a los mecanismos de tus células, en realidad, lo que eliminas son las funciones de tu propio sistema celular. Los antivirus coartan la replicación del virus a cambio de una toxicidad enorme. Para que fueran algo efectivos, se tendrían que tomar en las primeras 48 horas tras el contagio.
--¿Cómo se transmiten los virus?
--Con la respiración --el de la gripe--, por vía sexual o sanguínea, o a través de un artrópodo que le hace de vector: mosquitos e insectos que son invadidos por virus y los transportan allá adónde van. Estos son un gran foco dispersor porque, con el cambio climático, los mosquitos van variando de continente. En España tenemos varios mosquitos vectores que pueden transmitir enfermedades si entran en contacto con una persona que los contagie a ellos. Es el caso del mosquito tigre.
--¿Es posible erradicarlos?
--Eso solo se ha conseguido con el de la viruela, porque variaba poco. La OMS pretendía haber erradicado el de la polio en el 2000. Sigue ahí.
--El de la gripe evoluciona a peor?
--El virus de la gripe ha demostrado desde hace un siglo que siempre cumple el mismo ciclo y con el mismo efecto: cada 30 o 40 años, aparece un nuevo virus que desplaza al anterior, causa una pandemia que dura dos o tres años y se estabiliza. Pasados otros 30 años, vuelve a empezar. Es más o menos igual de agresivo, pero repite su historia.
--¿Y porque se le teme tanto ahora?
--Porque hay incertidumbre. No sabemos cómo evolucionará.
--¿Podría seguir hasta el verano?
--En verano siempre hay gripe, pero poca. Ya se sabe que los virus no entienden ni respetan el cambio de estaciones, aunque con el frío viven mejor. La temperatura óptima de un virus de la gripe son los 33 grados, que es la que tenemos en el interior de nuestras narices en invierno.
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